Una clara situación de contaminación en las aguas del río Combeima se está presentando a la altura del corregimiento de Juntas, sobre la vertiente sur del Nevado del Tolima, donde las aguas residuales provenientes de las viviendas y de negocios de este sector, siguen un curso que conecta directamente con este importante afluente hídrico.
A través de un recorrido por la zona, el equipo de EL NUEVO DÍA, logró constatar las denuncias efectuadas por habitantes del corregimiento, donde el recorrido de las aguas negras se hace completamente visible hasta unirse con el cauce del Combeima.
Según lo informó Hernando Caicedo Martínez, presidente de la JAC de Juntas, la actual planta de tratamiento de aguas residuales que presta servicio a su comunidad, se construyó hace cerca de 16 años, e indicó, que durante ese tiempo, ha aumentado la construcción de viviendas en el sector.
Él señala que esta planta le ha provisto un buen servicio a su comunidad, sin embargo, sostiene que desde hace 7 años, no se le realiza mantenimiento por parte del Ibal.
Curso de aguas negras en Juntas.
De primera mano, se puede apreciar que las personas más afectadas son aquellas que tienen sus viviendas ubicadas hacia la parte baja de la planta de tratamiento, debido a que los malos olores emitidos desde estas aguas se hacen bastante palpables, propiciando la proliferación de moscas en este sector específico.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la descarga de aguas residuales domésticas sin tratamiento, causa la contaminación directa en los cuerpos de agua receptores, lo que provoca a su vez, que se disminuya la calidad de estas fuentes hídricas, algo que pone en riesgo la salud de las poblaciones y los ecosistemas.
En otras palabras, las personas que habitan en este corregimiento, si bien son las primeras afectadas, no serían las únicas. Se debe tener en cuenta a quienes viven más abajo en las laderas del río y al mismo río en sí, que sería el principal afectado.
Fabio Vaca, habitante de Pico de Oro, en el sector del Cañón del Combeima, asegura que esta situación se repite en todos los centros poblados que conforman el sector, ya que ninguno de estos cuenta con un pozo séptico adecuado para el tratamiento de las aguas residuales. “En Pastales hay uno, pero este colapsó”, acotó Vaca.
Este habitante señala que hace un tiempo, mientras formaba parte de la JAC de su territorio, se trató por medio de acciones comunitarias, la radicación de un proyecto para la implementación de una planta de tratamiento de aguas residuales en su zona, algo que no resultó viable debido a que en este sector no se cuenta con espacio adecuado para esto.
Sin embargo, reconoce la importancia de la labor que ha implementado Cortolima con habitantes de las partes altas del Cañón, donde se les ha suministrado la ayuda para la adecuación de pozos sépticos para el tratamiento de las aguas servidas de sus fincas.
Pero a la vez, hace hincapié en que estas medidas, si bien contribuyen a mitigar las problemáticas que se suscitan alrededor de la filtración de aguas negras en los ecosistemas, se presenta como algo mínimo ante la magnitud de esta situación, ya que según indica, la población que hoy habita el Cañón del Combeima, oscila en 12.000 personas.
Edison Sandoval, integrante del Comité Ambiental en Defensa de la vida, y referente de las luchas ambientales territoriales, indicó que el adecuado manejo de las aguas residuales, no debe representar ninguna afectación para las comunidades.
Por otra parte, acotó que las comunidades que se encuentran en contacto directo con aguas residuales, se exponen a múltiples enfermedades, que van desde complicaciones gastrointestinales hasta enfermedades a nivel cutáneo, incluso aseguró, que la exposición prolongada a este tipo de aguas, conlleva problemas en la sangre a las personas afectadas, que a la larga, desencadenaran en enfermedades mucho más complejas.
“Si bien, el río (Combeima) es tratado por la bocatoma que está ubicada en el Cañón del Combeima, resulta necesario cuidarlo de manera especial, por las autoridades competentes en conjunto con la comunidad”, dijo el líder ambiental.
Recalcó el hecho de que el río Combeima, fue reconocido por el Tribunal Administrativo del Tolima, junto a los ríos Cocora y Coello, como sujeto especial de derecho, algo que fue ratificado posteriormente por la Asamblea del Tolima, y que implica la necesidad de tomar las acciones necesarias para su protección.
El fallo histórico, ratificó la importancia del afluente hídrico no solo para las comunidades que se benefician de este, sino para la biodiversidad de los ecosistemas que lo componen.
El presidente de la JAC del corregimiento 7 de Ibagué, quien desde un principio recalcó la importancia que la planta de mantenimiento de aguas residuales representa para la comunidad, una vez expuesta la problemática relacionada con el vertedero de aguas residuales a la cuenca del río, señaló también que haría falta la intervención del personal idóneo que determine el porcentaje de afectación de la misma.
Edison Sandoval, recalca la importancia del trabajo conjunto entre las entidades competentes, Ibal y Cortolima, en la realización de la inspección de la fuente, con para llegar a determinar la calidad del agua, “si no se tiene claro cuál es la actividad que está generando esa agua residual, nos vamos a encontrar posiblemente con algunas sustancias químicas que son un poco más difíciles de tratar”, sumó Sandoval.
Aseguró que desde la organización Comité Ambiental en Defensa de la Vida, se hará seguimiento a este caso, y que se brindará apoyo pedagógico a las comunidades, con el ánimo de generar un alto nivel de conciencia en cuanto a la necesidad de cuidar el agua, haciendo énfasis en los diversos problemas que poseen algunos barrios de la ciudad relacionados con la poca o faltante continuidad hídrica.
La denuncia ciudadana recibida por EL NUEVO DÍA, fue escalada a Cortolima, a lo que la entidad respondió no haber recibido una denuncia formal con respecto al caso, sin embargo, la Corporación se comprometió a realizar una visita técnica al sitio y así realizar las acciones a las que haya lugar.
Planta de tratamiento de aguas residuales de Juntas.
El fallo que declaró sujetos de derecho a los ríos Combeima, Cocora y Coello, es históricamente el primero de este tipo de Colombia.
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