Turquía es un país con estrés hídrico que además espera alcanzar los 100 millones de habitantes para 2030. Para hacer frente a esta situación, las autoridades turcas han establecido ambiciosos objetivos que se reflejan en las asignaciones a proyectos de agua potable o riego en el Programa de Inversiones 2022.
Desde 2017, el sector de la gestión del agua en Turquía ha experimentado un crecimiento continuo. Actualmente, el suministro y saneamiento de aguas, junto con la gestión de residuos y la protección medioambiental son algunas de las prioridades de varias municipalidades. En las últimas décadas, el acceso al agua saneada ha aumentado significativamente y se ha reducido el suministro intermitente de agua. En 2020, la procedencia del agua extraída fue: 44 % de fuentes de agua dulce (agua subterránea y superficial), y el 56% del mar.
En lo relativo a la cobertura de las redes de suministro, según TÜIK, el 98,8 % de la población turca tiene acceso a redes de agua potable. En el caso de los servicios de red de alcantarillado, hay más margen de mejora, ya que sólo el 89,3 % de la población total goza de estos servicios. Falta mucho por hacer especialmente en las zonas rurales, donde sólo el 59,1 % de la población cuenta con servicios de red de alcantarillado, mientras que en el caso de las urbes la cifra se eleva al 91,1 %.
Otro indicador relevante es la proporción de aguas residuales que se tratan en Turquía, con un total del 74 %: el 77,7 % de las aguas residuales son tratadas en las ciudades frente al 13,1% en las zonas rurales.
Según datos de TÜIK, en 2020 el gasto total en protección ambiental fue de 2.640 millones de euros. Este volumen suponía el 3,5 % del presupuesto nacional y representaba un aumento del 8,9 % respecto al año anterior. Del total gastado en protección ambiental, el 31,4 % se dedicó a los servicios de gestión de aguas. Con respecto a la financiación, el 59,1 % quedó cubierto por empresas financieras y no financieras; el 32,8 %, por organizaciones sin fines de lucro al servicio del Estado en general, y el 8,2 %, por los hogares.
España está bien posicionada en el sector de la gestión de recursos hídricos en Turquía. Hay que destacar el gran potencial del modelo de gestión español para ser exportado a un país como Turquía, con grandes necesidades en el mismo.
Turquía está tratando de encauzar su potencial para ofrecer una mejor gestión de las infraestructuras y estrategias en lo relativo a sus recursos hídricos. La primera oportunidad de negocio se refiere al sector agrario, ya que Turquía ha decidido modernizar el sistema de irrigación para un consumo más eficiente del agua. Para ello, se priorizará el uso de la tecnología y la innovación, en lo que las empresas pueden encontrar un nicho de actividad.
Otra de las áreas con oportunidad de negocio dentro del tratamiento de aguas es la reutilización de aguas residuales. Esta práctica se ha situado en el punto de mira del Ministerio de Medio Ambiente, Urbanización y Cambio Climático en los últimos años, con un proyecto habilitado para promover que las plantas de tratamiento de aguas residuales pasaran a cumplir funciones de reutilización.
Hay que tener en cuenta el mencionado Programa de Inversiones 2022, en cuyo marco se está licitando un número considerable de proyectos de agua que generalmente están abiertos a la participación extranjera (si bien se recomienda acudir a las licitaciones en colaboración con un socio local). Según fuentes de TEBA News, las licitaciones abiertas más relevantes en el sector del agua para 2022 implican principalmente proyectos de riego, de administración de agua potable y de alcantarillado.
La Unión Europea contribuye al desarrollo del país en el marco del programa Instrument for Pre-accession Assistance (IPA). Para el periodo 2021-27 está en marcha el IPA III, con una dotación presupuestaria total de 14.162 MEUR para Turquía y el resto de los países miembros del programa. La partida destinada a proyectos de medio ambiente y cambio climático ascendería a 27 MEUR.
El Banco Mundial aprobó en 2021 una partida de 300 MUSD para apoyar a Turquía y financiar la inversión en infraestructuras básicas (carreteras, tuberías de agua y gas, instalaciones logísticas…) y sostenibles (plantas de tratamiento, mejoras en el gasto de agua…). Hasta la fecha, el BEI ha destinado al desarrollo de Turquía 30.000 MEUR y un 3% se ha dedicado a la ejecución de proyectos de aguas y saneamiento. Por su parte, Enerjisa Enerji, la principal compañía eléctrica turca, se ha beneficiado de un amplio plan de financiación quinquenal del BERD por valor de 100 millones de dólares para implementar medidas medioambientales, sanitarias y de seguridad, entre otras cuestiones.
Para conocer los principales proyectos de aguas en Turquía, descarga gratuitamente 'Gestión de recursos hídricos en Turquía 2022' estudio publicado en http://www.icex.es.
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