En El Dorado, Misiones, elaboran productos a través del único árbol de madera comestible del mundo, conocido hasta este momento, el Yacaratiá.
Por su diversidad climática y cultural, la gastronomía argentina además de su variedad, ofrece productos que sorprenden, como por ejemplo la madera comestible de Misiones. En esa provinciase encuentra el único árbol de madera comestible del mundo, conocido hasta este momento. Se trata del Yacaratiá (Jacaratiá Spinosa), que crece bajo la sombra de otros mayores que lo protegen de las heladas en la espesura de la selva misionera.
¿La madera se come?, sí, entre sus múltiples usos, este noble producto de la Naturaleza también es comestible, a través de este árbol nativo de la selva misionera que es único en el mundo.
Los productos son elaborados en la ciudad de El Dorado. Con la madera comestible del Yacaratiá, se pueden hacer dulces, tablas confitadas en miel o almíbar, alfajores y hasta bombones.
Los aborígenes conocían las cualidades de esta especie que exuda un compuesto lechoso cuando se lastima, para abastecerse de agua y nutrientes.
En el año 1991 el ingeniero forestal Roberto Pascutti, halló un manuscrito jesuita que hacía mención a una extraña costumbre de los guaraníes: asaban gusanos que nacían en la corteza del yacaratiá. Él pensó que ese árbol podía comerse.
Con el tiempo desarrolló junto a un equipo de investigadores este alimento no convencional para transformarlo en comestible, mediante un trabajo industrial donde se hierven trozos de madera.
Así, a través de la Pyme familiar “Yacaratiá Delicatessen” -proyecto sustentable que hoy conduce su hija Vanina- el profesional patentó el proyecto, muy a tono con las nuevas tendencias alimentarias de consumir fibras minerales, revalorizando también el valor de la selva misionera.
El Yacaratiá no es maderable, de otra manera se desperdiciaría. Tampoco su pulpa sirve para elaboración de papel debido a sus componentes, y porque un 90 por ciento es agua.
La empresa familiar “Yacaratiá Delicatessen” corta la pulpa en tablas para cocinarlas en agua durante dos días, y luego durante otras dos jornadas se hacen tratamientos en azúcar, miel y glucosa según el destino.
Asimismo, desde la Pyme misionera, afirman que por sus componentes, entre los que se destacan su alto contenido en fibra y minerales, como calcio, fósforo, potasio y magnesio, es apto para celíacos, excepto los bombones.