En el Meta la cobertura del servicio público de acueducto es del 23% y el 66%. La mediana regional está en 51% de cobertura.
De acuerdo con el más reciente Informe Nacional de Coberturas de los Servicios públicos de Acueducto, Alcantarillado y Aseo, en el Meta la cobertura del servicio público de acueducto es del 23% y el 66%. La mediana regional está en 51% de cobertura.
Además, en general la región Orinoquia concentra sus resultados entre rangos el 23% y 70% de cobertura.
El departamento del Meta registra los valores más bajos, lo cual se constituye en un aspecto de especial atención en relación con el acceso al servicio de acueducto, señala el Informe Nacional de Coberturas de los Servicios públicos de Acueducto, Alcantarillado y Aseo.
El documento indica, además, que en el departamento el municipio de Cabuyaro tiene un rango de cobertura del servicio de acueducto con sistemas convencionales y soluciones alternativas en 0%.
En cuanto al servicio de alcantarillado, el informe precisa que el municipio de Cabuyaro presenta un porcentajes de cobertura de alcantarillado del 0%.
Con respecto al servicio de aseo, el informe indica que el municipio de Cabuyaro presenta un porcentaje de cobertura de aseo del 0%.
Este documento también precisa que en el Meta solo el municipio de Acacías tiene un porcentaje de cobertura entre el 90% y 100% en el servicio de aseo.
En el caso de Villavicencio, y de acuerdo con las cifras entregadas por fuentes de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV), para el año 2016 la cobertura del servicio del acueducto era de 115, 146 usuarios, lo que representa un porcentaje del 86 %.
A la fecha y por el crecimiento demográfico que ha tenido Villavicencio, la entidad estima está abasteciendo a un 70% de la población de Villavicencio.
El resto de población, que no tiene acceso a agua potable, terminan consumiendo o usando el agua de pozos o aljibes.
Lo preocupante del tema, es que de acuerdo con Ángel Rincón, docente investigador de la Universidad Santo Tomás Sede Villavicencio, la mayoría de aljibes de la ciudad y el departamento están contaminados por aguas residuales domésticas.
“Lo que estamos viendo, es que la contaminación de los caños y ríos de la región es evidente, pero también se observa la contaminación de las aguas subterráneas que eran una fuente confiable y de buena calidad de la que se abastecía la gente pobre del Llano, pero ya no es de buena calidad, porque está siendo contaminada por aguas residuales domésticas. Es decir, contaminadas por residuos industriales, afectadas por la explotación petrolera”, explicó el docente investigador de la universidad Santo Tomás.
Así mismo, agregó que en Sebastopol, un sector ubicado en el kilómetro 17, vía a Caños Negros, en Villavicencio se evidenció que los residentes de esta comunidad sufren de enfermedades gastrointestinales con frecuencia, razón por la cal se hicieron estudios al agua que salía de los aljibes y se encontró que el líquido está contaminado con aguas doméstica, es decir, con coliformes fecales.
“Vemos que la densidad de pozos sépticos hace que el agua de los aljibes en esta zona de la ciudad empiece a estar contaminada con el agua de los pozos sépticos, ya que allá no hay alcantarillado ni servicio de acueducto confiable”, precisó el docente investigador de la Universidad Santo Tomás.
Esa misma situación se ve en otras zonas de Villavicencio, que han tenido el mismo desarrollo histórico. Por ejemplo, en El Cairo y la salida hacia el municipio de Restrepo, donde la población en su mayoría se abastece de aljibes y deposita las aguas residuales en pozos sépticos.
Ante esta preocupante situación, el docente investigador dijo que “es un escándalo que un capital con más de 500 mil habitantes no tenga una planta de tratamiento de aguas residuales y bote todo el alcantarillado sin tratamiento alguno a los ríos”.
Por estas razón, el docente Ángel Rincón invitó a construir un tanques sépticos para disponer de las aguas residuales domesticas de las fincas y de los pueblos sin contaminar las aguas subterráneas.
También, recomendó la construcción de colectores que eviten que el agua de los alcantarillados llegue a los ríos o a los humedales, ya que esto no solo termina contaminado el agua superficial sino el agua subterránea.
“Muchas de las técnicas, ya están inventadas, pero falta divulgarlas para que las entidades las conozcan”, aseguró el docente universitario.
PDF: En Villavicencio, la población que no tiene acceso a agua potable, termina consumiendo o usando el agua de pozos o aljibes.