Quality Water Summit, punto de encuentro anual para los líderes del sector del tratamiento del agua, ha celebrado hoy miércoles 27 su tercera jornada centrada en esta ocasión en la economía circular, bajo el contexto actual del impacto del cambio climático, la reducción de la calidad de los recursos hídricos y el aumento de la demanda de agua de los distintos sectores económicos, que hacen esencial una transformación del modelo de gestión.
En las sesiones de la mañana, Quality Water Summit ha reunido a expertos de primer nivel para analizar la necesidad de continuar dedicando recursos a la reutilización del agua con el fin de expandir su práctica y afrontar los retos pendientes, y ha sido testigo de los últimos avances en lodos de depuración, a través de las experiencias de las administraciones, la empresa o el campo de la investigación.
Quality Water Summit se celebra del 25 al 29 de abril
Por la tarde, tras una sesión en la que se han conocido los proyectos más destacados con los que el sector del agua está contribuyendo en la Hoja de Ruta del Hidrógeno, la jornada ha cerrado con una sesión dedicada a las biofactorías, que constituyen el paradigma de la economía circular aplicada a la gestión del agua. Hablamos de plantas de tratamiento transformadas en auténticos centros de transformación y generación de recursos. Reutilización de agua, generación de energía y valorización de residuos se unen para crear auténticas fuentes de riqueza y sostenibilidad.
Miguel Ángel Gálvez, subdirector de Depuración y Medio Ambiente en Canal de Isabel II, ha comenzado su intervención con un alegato sobre la necesidad de adoptar un modelo circular en el que ha resaltado que “debemos apostar por las aguas regeneradas ya que no nos queda más remedio que aumentar el recurso por métodos no convencionales”.
Durante su intervención, el subdirector de Depuración y Medio Ambiente en Canal de Isabel II, ha expuesto las actuaciones que está llevando a cabo la compañía para descarbonizar las redes. Y, es que, la depuración consume mucha energía: “Aproximadamente el 57% de la energía del ciclo urbano del agua en la Comunidad de Madrid corresponde a depuración”, ha comentado. En este sentido, Miguel Ángel Gálvez ha hecho hincapié en que “la apuesta por la sostenibilidad pasa por lograr la estabilización de los fangos” y ha compartido cómo Canal de Isabel II ha integrado la generación de energía en el saneamiento, de manera que en las EDAR que gestionas se podría recuperar 8.433 toneladas al año de fósforo: “Las biofactorías son un yacimiento que debemos aprovechar porque son el futuro”, ha concluido.
En la sesión también ha intervenido Ramón Barat, director Académico del Máster en Ingeniería Ambiental e Investigador en IIAMA, que ha compartido las experiencias del Grupo CALAGUA-IIAMA en la transición hacia las biofactorías. “Gracias a las nuevas tecnologías el agua pasa a ser una fuente de recursos y se reduce el impacto de su tratamiento”, ha comenzado. En esta transición, es necesario buscar tecnologías que contribuyan a un menor consumo energético, que reduzcan la emisión de gases de efecto invernadero, que ayuden a la recuperación de recursos y que reduzcan la producción de fangos.
En este sentido, desde el Grupo CALAGUA-IIAMA apuntan a la digestión anaerobia, transformando las EDAR hacia las biofactorías: “Si queremos incluir las biofactorías dentro del proceso de tratamiento del agua debemos replantear totalmente la gestión del ciclo integral del agua y ver el agua como una fuente de recursos”. Para lograr esta transición, vienen trabajando en varios proyectos, como el MEM4REC en el que aplican la tecnología de membranas para potenciar la transformación de las EDAR actuales en estaciones de recuperación de recursos; o el RECREATE sobre la transformación de las EDAR en instalaciones de recuperación de recursos aplicando los principios de la economía circular y la seguridad sanitaria y ambiental.
Por su parte, Abraham Esteve, investigador Asociado en Instituto IMDEA Agua, ha presentado distintas innovaciones en las que están trabajando dentro de esta línea, como el uso de los microorganismos electroactivos con los que evitar el coste energético en la depuración de aguas: “La electroquímica nos puede informar de cuál es la calidad de nuestras aguas a tiempo real”.
En esta línea, ha hablado de varios proyectos con los que transforman las aguas residuales en un fango de valor a través de biofactorías, como el Proyecto MIDES de desalinización microbiana en el que participa Aqualia, y en el que se ha desarrollado un proceso sostenible de producción de agua potable a partir de agua de mar con un bajo consumo energético: “El proyecto MIDES obtiene agua regenerada a través de la desalación en sitios donde la energía proviene de materia orgánica, es decir, a coste cero”. Otro proyecto es ANSWER centrado en el tratamiento y purificación de agua en la industria cervecera y cuyo objetivo era la recuperación de recursos a partir de aguas residuales basado en procesos de electrocoagulación y reactores bioelectroquímicos.
Finalmente, ha hablado de METland®, una solución ecológica para limpiar las aguas residuales urbanas o industriales a coste cero mediante el uso de microorganismos capaces de convertir los contaminantes en corriente eléctrica.
Ha cerrado la sesión Juan Antonio Baeza Labat, director Department d’Enginyeria Química, Biològica I Ambiental de la Universitat Autònoma de Barcelona, que ha hablado del Proyecto SMART-PLANT, que amplía en un entorno real las soluciones ecoinnovadoras y energéticamente eficientes para renovar las plantas de tratamiento de aguas residuales existentes, cerrando así la cadena de valor circular aplicando técnicas de baja emisión de carbono para recuperar materiales que de otro modo se pierden.
En el marco de este proyecto, Juan Antonio Baeza se ha centrado en la tecnología Mainstream SCEPPHAR, que muestra una configuración novedosa en las EDAR para acercar un poco más al sector del agua hacia la circularidad: “La tecnología Mainstream SCEPPHAR mejora la eficiencia de tratamiento del agua residual y permite recuperar fertilizantes y lodos para realizar compuestos y subproductos valiosos”, ha comentado. Se trata de una prometedora tecnología capaz de recuperar productos de valor añadido procedentes de las aguas residuales sin comprometer la eficiencia del tratamiento: “Se necesita agua residual con DQO elevada para obtener una buena actividad EBPR y biomasa con alto PHA”.