El desarrollo de los sistemas de abastecimiento de agua y la recogida y tratamiento de aguas residuales urbanas fueron compromisos asumidos explícitamente por Rumanía tras su adhesión a la Unión Europea en 2007, cuando se hizo obligatoria la elaboración de un plan de ruta destinado a mejorar sus estructuras y adecuarlas a los estándares comunitarios. En este sentido, las políticas de preadhesión y los planes operativos sectoriales jugaron un papel fundamental en el desarrollo del sector, cuyos efectos perduran hoy en día.
En los últimos años, el número de habitantes que se han beneficiado de los servicios de tratamiento de agua ha ido creciendo de manera constante como consecuencia directa de la ampliación de las redes de abastecimiento y mejora de la infraestructura relacionada. Sin embargo, existen acusadas diferencias entre las poblaciones urbanas y rurales. Asimismo, la conexión a la red pública de suministro de agua es incompleta, con menos del 75 % de la población conectada a la red de suministro de agua y del 60 % a la de alcantarillado, constituye aún la tasa más baja de la Unión Europea. Otro de los problemas que padece el sistema de suministros y distribución de agua corriente es la condición de los materiales utilizados.
Para solventar esta situación, se ha puesto a disposición de Rumanía una serie de fondos para el desarrollo de infraestructuras basados, principalmente, en la cofinanciación nacional y europea. También cabe mencionar el apoyo de otras instituciones multilaterales como el Banco Mundial o el Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo.
En todo caso y pese a los grandes avances conseguidos, se considera que la financiación es aún insuficiente para satisfacer las enormes necesidades existentes. Por ello, la aceleración de la recepción de fondos y la búsqueda de nuevos planes de apoyo financiero devienen imprescindibles para cumplir con los planes de desarrollo del sector.
Actualmente, está en vigor el Programa Operativo de Grandes Infraestructuras (2014- 2020) que, mediante fondos no reembolsables ha puesto a disposición de Rumanía aproximadamente 3.000 millones de euros para el desarrollo de la infraestructura ambiental, la gestión eficiente de los recursos y el incremento de los niveles de tratamiento aguas residuales y abastecimiento de agua potable de la población. El plazo de ejecución de los proyectos de infraestructura de aguas y alcantarillado finaliza el 31 de diciembre de 2023, por lo que es previsible que en un futuro próximo las autoridades competentes organicen nuevos procedimientos de contratación pública para la selección de operadores y que se realicen las obras de ampliación y rehabilitación del sistema de abastecimiento de agua y alcantarillado necesarias. Una vez terminado, entrará en vigor el Programa Operativo de Desarrollo Sostenible (2021-2027) con una dotación similar. Asimismo, están operativos otros programas como el Plan Nacional de Desarrollo Local, con fondos de hasta 10.000 millones de euros para grandes infraestructuras entre las que se encuentran las de aguas, o el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia de Rumanía (1.462 millones de euros para el sector aguas).
El procedimiento más habitual para acceder al mercado es el sistema de contratación pública, un proceso burocrático y complejo en el que se debe considerar el papel que desempeña cada actor implicado y las posibles interacciones que pueden surgir con cada ente público o privado a la hora de colaborar con instituciones públicas y socios locales. Asimismo, deben sopesarse otros retos detectados como los cambios en el número y tamaño de las localidades, la evolución del mercado de la construcción, especialmente el aumento del precio de los materiales, la falta de mano de obra o el contexto económico, que comportan una serie de desafíos para la construcción de infraestructura de aguas residuales, redes de alcantarillado y plantas de tratamiento.
Rumanía corre el riesgo de infracción por incumplimiento de la legislación comunitaria en materia de potabilización y tratamiento de aguas residuales si retrasa el desarrollo de este tipo de grandes obras. Por tanto, es previsible que Rumania ofrezca grandes oportunidades de negocio, puesto que todo indica que en los próximos ejercicios (2021-2027) el país se seguirá beneficiando de cuantiosos fondos estructurales y licitará nuevas obras de infraestructura que completen la transición a los estándares europeos y la modernización de las redes de canalización.
Más info en el estudio ‘El mercado del abastecimiento y saneamiento de aguas en Rumanía, 2022’ disponible en www.icex.es y de descarga gratuita.
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